Muchas organizaciones ofrecen
visitas y experiencias que permiten a los visitantes
relacionarse con diversas
comunidades. Por ejemplo, recibir el
Shabat en
Jerusalén es una
experiencia inolvidable. Puedes asistir a servicios religiosos en el Muro Occidental
(Kotel) y disfrutar de una
cena tradicional
de
Shabat en una casa o en uno de los muchos hoteles para aprender acerca del
judaísmo.
Pasar
tiempo de calidad con un miembro de un
kibutz puede proporcionar una
visión única de la vida en estas tradicionales
cooperativas agrícolas. Muchos
kibutzim ofrecen
tours y
actividades para visitantes, incluyendo la posibilidad de
trabajar en la granja, aprender sobre su
historia y disfrutar de
comidas comunitarias.
En el
norte de Israel, los turistas pueden visitar
pueblos drusos y disfrutar de su
famosa hospitalidad. Son conocidos por su
cálida acogida y su
deliciosa cocina, y los visitantes pueden acercarse a su
religión y cultura únicas. Los
drusos son una
minoría religiosa y étnica en
Israel
que habitan principalmente en el norte del país.
En todo
Israel
hay también oportunidades de
conocer comunidades árabes, tanto en ciudades como en pueblos. Visitar a los
beduinos en
Israel es una
experiencia fascinante y enriquecedora. La
hospitalidad beduina es una parte central de su
cultura. Los visitantes a menudo son recibidos con
té de hierbas o
café fuerte, acompañado de relatos sobre la
historia y las
tradiciones beduinas.
Pasar la
noche
en un
campamento es una
experiencia altamente recomendable. Las
tiendas suelen estar
decoradas con
alfombras y
cojines tradicionales, y las
noches en el desierto son muy tranquilas y cuajadas de estrellas.
Comer con las manos, en el
suelo y
compartir la comida es parte de la
experiencia cultural. Algunos programas ofrecen
talleres sobre la vida beduina, incluyendo la
preparación de alimentos tradicionales, la
crianza de animales y el conocimiento del desierto.
Los
circasianos en
Israel son una
minoría étnica de origen
caucásico. Se asentaron en
Israel en el
siglo XIX y han mantenido su
identidad cultural y tradiciones. La mayoría de los
circasianos en
Israel
viven principalmente en el
bello pueblo de Kfar Kama y en
Rehaniya. Son conocidos por sus
danzas y música tradicionales. Asistir a una actuación de
danza tradicional circasiana, caracterizada por
movimientos elegantes, es una
experiencia fascinante.
Son conocidos por sus
habilidades en la artesanía, especialmente en la elaboración de
trajes tradicionales y bordados. Tienen su propio
idioma que, a día de hoy, siguen
enseñando a los niños en las escuelas.
Dedicando tiempo a conocer a los israelíes, los turistas que visitan el país pueden
apreciar mejor la diversidad y marcharse con
recuerdos inolvidables de la gente que han encontrado por el camino.
Muchos
israelíes están dispuestos a
compartir sus experiencias y
puntos de vista con los turistas, ofreciéndoles una
comprensión más profunda
de la
compleja historia y sociedad del país.
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