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La oferta de actividades de Las Islas de Tahiti es de lo más amplia y variada, dispuesta a satisfacer a los turistas que, además de relajarse en los resorts, disfrutar de las playas y degustar la gastronomía local, busquen conocer y descubrir sus tesoros naturales y culturales. Para ello, hay tres actividades muy recomendables que deben tener en cuenta.
Rutas de senderismo
La
Polinesia Francesa es un lugar excepcional para los aficionados al
senderismo, con
múltiples rutas para disfrutar de su
naturaleza salvaje. Estas transcurren a través de frondosos bosques tropicales,
majestuosas montañas y
exuberantes valles, desde donde se pueden contemplar unas
extraordinarias vistas panorámicas. Los caminos muestran la
riqueza de la fauna y la
flora que pueblan el interior de las islas, algunas de ellas
autóctonas, además de las
idílicas cascadas que albergan sus montañas. A su vez, estos recorridos permiten
sumergirse en su historia, pues muchos incluyen la visita a
antiguos vestigios de la civilización
Mā'ohi.
Algunos de los lugares más
emblemáticos para hacer
excursiones de senderismo se pueden encontrar en la isla de Tahiti, en el
archipiélago de la Sociedad. Existen diferentes rutas en función del
grado de dificultad del recorrido. Aquellos que deseen disfrutar de un
relajado paseo en familia pueden visitar el
valle de Papenoo, formado por el
derrumbamiento del cráter del volcán Tahiti Nui. En este valle se encuentran numerosas
estructuras arqueológicas,
antiguos asentamientos,
minas de basalto y
terrazas agrícolas.
Quienes busquen una
experiencia más exigente pueden ascender a la
cima del monte Aorai, situada a
2.066 metros de altitud, que ofrece unas amplias vistas de la isla de Moorea.
Asimismo, otras islas también disponen de
interesantes recorridos, como son el
Col des 3 Pinus en
Moorea, el
monte Popoti y el
sendero de la Traversière en
Bora Bora, el
motu Auira en
Maupiti, el
marae Maeva en
Huahine y la
cresta de Rikitea en
Mangareva.
Submarinismo
Los
apasionados del submarinismo encontrarán su paraíso en
Las Islas de Tahiti. Bucear en las profundidades de sus aguas es una
experiencia inigualable. En ellas se pueden ver
delfines,
tortugas,
más de veinte tipos diferentes de tiburones,
mantarrayas,
ballenas
y
más de mil variedades de peces. Sus
fondos marinos son tan
impresionantes y
únicos en el mundo que uno de ellos, el
atolón de Fakarava, ubicado en el
archipiélago de Tuamotu, fue designado
Reserva de la Biosfera en 2009. Este atolón, además alberga algunas
especies poco comunes, como la
tortuga carey y el
cangrejo cocotero.
Las aguas de la
Polinesia Francesa también albergan
excepcionales arrecifes de coral, con más de
150 especies distintas, que crean
magníficas lagunas alrededor de las islas.
Bora Bora,
Moorea,
Taha ‘a y
Raiatea deslumbran a sus visitantes con sus lagunas, pero, sin duda, la más impresionante está en la
isla de Rangiroa, el segundo atolón coralino más grande del mundo.
Los submarinistas también pueden explorar antiguos
pecios (restos de naves naufragadas). Un lugar especial para hacerlo es
Moorea, pues en sus aguas yacen los restos de un
hidroavión, una
avioneta y una
vieja goleta, que solían ser empleadas para el
abastecimiento entre las islas.
Rutas culturales
Para los
amantes de la cultura, existen multitud de
lugares interesantes para visitar, entre ellos varios
museos donde conocer la historia de
Las Islas de Tahiti, o aprender sobre las diferentes
especies terrestres y marinas que pueblan el destino.
El primero de ellos es el
museo de Las Islas de Tahiti, ubicado en la isla de Tahiti, conocido como
Te fare Mahana. Es un lugar ideal para sumergirse en su
patrimonio cultural, de
más de un milenio de antigüedad. En él se conservan
piezas arqueológicas de los
antepasados tahitianos, y se organizan distintas
exposiciones y
eventos que permiten
profundizar en el conocimiento de su cultura.
Los que quieran saber más sobre la
naturaleza que albergan las islas, no pueden dejar de visitar el
Te Fare Natura, en
Moorea, un
ecomuseo que ilustra a sus visitantes sobre la
flora y la
fauna terrestre y
submarina que pueblan este destino.
Algo que no sorprenderá a nadie es que
Las Islas de Tahiti
cautivan a sus visitantes, tanto es así que algunos
escritores,
pintores y
cantantes que las descubrieron decidieron
echar raíces en ellas, y han dejado una
importante huella en su historia.
Uno de ellos fue el
escritor James Normal Hall, quien contribuyó a dar a conocer la
Polinesia Francesa a través de sus obras literarias. Se puede visitar su
casa museo en Arue, a pocos kilómetros de Papeete, la
capital de Tahiti.
Otro de estos artistas fue el
pintor francés, Paul Gauguin, el cual tiene un
centro cultural con su nombre en las Islas Marquesas, en
Hiva Oa. Aquí, hay una
exposición permanente de sus obras, además de una recreación del estudio donde pintaba.
En este mismo pueblo, se encuentra el centro cultural dedicado al cantante Jaques Brel, otro artista enamorado de estas fascinantes islas, y gran aficionado a la aviación, donde se conservan los aviones que él mismo pilotaba.
Sobre LAS ISLAS DE TAHITI
Rodeadas de aguas cristalinas, Las Islas de Tahiti ofrecen una belleza natural, una cultura isleña perfectamente preservada y un estilo único. El destino es conocido mundialmente por sus playas de arena blanca, sus lagunas turquesas y paisajes que van desde atolones de coral hasta picos volcánicos. Además cuenta con diferentes tipos de alojamiento: hoteles de lujo con bungalows sobre el agua, villas, pequeños hoteles familiares, alquileres vacacionales, o incluso yates, catamaranes, y cruceros. Las Islas de Tahiti están todas unidas por el Mana, esta energía vital, esta fuerza espiritual que rodea la vida cotidiana de los polinesios.
El Mana puede verse, tocarse, saborearse y sentirse, y es solo yendo a Las Islas de Tahiti que entendemos por qué se llaman: Las Islas del Mana.
Fuente:
COMUNICACIÓN IBEROAMERICANA
https://www.tahititourisme.es/