MÁS ALLÁ DE TAHITÍ: LAS ISLAS AUSTRALES, UN VIAJE A LA POLINESIA MÁS AUTÉNTICA
En el corazón del Pacífico Sur, donde el tiempo se detiene y la naturaleza sigue intacta, las Islas Australes emergen como el secreto mejor guardado de la Polinesia Francesa.

- A 600 km al suroeste de Tahití, este archipiélago remoto —formado por Rurutu, Tubuai, Raivavae, Rimatara y Rapa— seduce con su autenticidad, paisajes salvajes y una cultura ancestral viva.
- Ballenas jorobadas, campos de taro, lagunas turquesas y una hospitalidad sincera convierten este rincón del mundo en un viaje inolvidable.
Auténticas,
tranquilas y
poco exploradas, las Islas Australes ofrecen una
experiencia de viaje íntima y
transformadora. Su
hospitalidad, su
vínculo profundo con la
tierra y el
mar, y su
belleza intacta las convierten en un
destino perfecto para quienes buscan ir
más allá de lo conocido. Porque en estas islas del sur, el
lujo no está en lo material, sino en lo
esencial.
Un santuario natural para el avistamiento de ballenas
Entre
julio y
noviembre, las
aguas de Rurutu y
Tubuai se transforman en un
escenario único para contemplar el
ritual de las ballenas jorobadas. Estos majestuosos cetáceos
migran cada año a estas latitudes cálidas para
reproducirse y
dar a luz, ofreciendo un
espectáculo inolvidable. Las
madres nadan junto a sus crías, mientras los
machos entonan sus cantos hipnóticos en un
cortejo que emociona tanto a
viajeros como a
investigadores.

Cinco islas, cinco mundos con una personalidad única
Cada
isla posee su propio carácter.
Rurutu sorprende con sus
acantilados escarpados,
grutas misteriosas y
extensos campos
de taro, el
cultivo más emblemático de las
Australes.
Presente en casi todas las comidas, este
tubérculo es
para los locales lo que el
pan es para los franceses: un
alimento esencial.

Rimatara, la
más pequeña, también está cubierta por
campos de taro que
dibujan un paisaje verde y fértil, y
alberga al lori de
Kuhl, una
colorida y
rara ave endémica que es
símbolo de orgullo local.
En
Tubuai, la isla
más extensa, las
suaves colinas se
funden con una
espectacular laguna de aguas turquesas. Aquí, durante la
temporada de lichis —de
finales de noviembre a
principios de enero—, los árboles se llenan de esta
fruta dulce y fragante, y los
aviones que parten rumbo a
Tahití cargan
toneladas de lichis frescos para abastecer los
mercados navideños de la capital.
Raivavae, apodada la "Bora Bora del sur", ofrece
paisajes de postal y
playas desiertas. Es el
punto de partida ideal para realizar una caminata hasta el
Monte Hiro, desde cuya cima se obtiene una
vista panorámica de toda la isla y su laguna. Desde allí, es posible
visitar el motu Vaiamanu —conocido también como
“Swimming Pool Motu” por la
transparencia de sus aguas—, un
rincón paradisíaco que parece
esculpido por la imaginación.

Más allá del paisaje: cultura, historia y tradición milenarias
Las
Islas Australes no solo
cautivan por su belleza natural, sino también por la
riqueza de su cultura ancestral. En varias islas, especialmente
Raivavae,
Tubuai y
Rimatara, aún se conservan
yacimientos arqueológicos que dan
testimonio de civilizaciones preeuropeas complejas y
profundamente conectadas con su entorno. Explorar estos vestigios
acompañado de un guía local
permite
adentrarse en relatos,
mitos
y leyendas que han
sobrevivido al paso del tiempo.
La
artesanía es otra de las
grandes señas de identidad del archipiélago. Las
matriarcas locales, son
maestras en el
arte del teñido
y
trenzado de hojas de pandano seco, con las que
elaboran a mano sombreros,
cestos,
alfombras y
bolsos que se pueden adquirir como
auténticos souvenirs de viaje.

Sabores tropicales y vida pausada
La
gastronomía de las Australes es un
reflejo de su
tierra generosa y sus tradiciones. El
taro, el
pescado fresco y las
frutas tropicales como la
piña, el
mango, el
plátano o el
lichi
son
protagonistas en los
mercados locales y en las
mesas de las familias. Probar un
plato elaborado con productos locales, mientras se
contempla el atardecer sobre el mar, es una experiencia que conecta todos los sentidos.

Cómo llegar
Llegar a las Islas Australes es
más sencillo de lo que parece. Existen
vuelos regulares desde
Papeete,
capital de Tahití, hacia
Rurutu,
Tubuai,
Raivavae y
Rimatara. Una vez en el archipiélago, es posible
moverse entre islas o
explorar sus rincones en coche,
bicicleta o
moto, según el
ritmo que uno desee imprimir al viaje.
Sobre LAS ISLAS DE TAHITI
Rodeadas de aguas cristalinas, Las Islas de Tahiti ofrecen una belleza natural, una cultura isleña perfectamente preservada y un estilo único. El destino es conocido mundialmente por sus playas de arena blanca, sus lagunas turquesas y paisajes que van desde atolones de coral hasta picos volcánicos. Además cuenta con diferentes tipos de alojamiento: hoteles de lujo con bungalós sobre el agua, villas, pequeños hoteles familiares, alquileres vacacionales, o incluso yates, catamaranes, y cruceros. Las Islas de Tahiti están todas unidas por el Mana, esta energía vital, esta fuerza espiritual que rodea la vida cotidiana de los polinesios
.El Mana puede verse, tocarse, saborearse y sentirse, y es solo yendo a Las Islas de Tahiti que entendemos por qué se llaman: Las Islas del Mana.
Fuente:
COMUNICACIÓN IBEROAMERICANA
https://www.tahititourisme.es/







